Historia del Maridaje

La idea de un buen Maridaje es crear la perfecta combinación entre los elementos a fin de potenciar los sentidos. La idea del Maridaje se inició cuando un rey europeo en el siglo XIII, empezó una clasificación de diferentes vinos en función de sus matices y origen geográfico. Una tradición que hoy se mantiene y reinventa por igual.

Sommelier y Maridaje

La labor del maridaje se convertiría en la función principal del sommelier, encargado de servir en las grandes mesas reales de la Edad Media y, posteriormente, sugerir el vino que mejor casaba con un determinado plato.

La perfecta combinación entre vino y comida tiene un objetivo el cual consiste en realzar el sabor de los mismos a partes iguales. Tanto, que no hay que olvidar que la propia palabra procede del vocablo “matrimonio”, concepto igualmente polémico entre aquellos expertos que prefieren referirse al mismo como “armonía” o “acorde”.

Este mismo concepto tiene 3 principales características:

Armonía: esta se supone que es la perfecta armonía entre vino y comida, la base equitativa que nos permite disfrutar de cada sabor sin que ninguno eclipse al otro.

Contraste: el vino puede ser el mejor aliado para potenciar el sabor de un plato o bien aportar nuevos matices.

Sabor y consistencia: aportar ligereza a comidas con cierto peso y así equilibrar la sinfonía de sabores y sensaciones.

Ya que te contamos los principales elementos del Maridaje te explicamos las principales características que hacen de Mionetto Prosecco un gran vino para acompañar una gran diversidad de platillos.

Mionetto es un Prosecco italiano elaborado bajo el método Charmat; la variedad de uva empleada es la Glera, que da como resultado un vino seco.

El vino espumoso debe servirse frío (entre 4 y 6 °C) para que pueda ser mejor apreciado; para enfriarlo lo ideal es colocarlo en una enfriadera que tenga agua con hielos (que cubra lo más posible la botella) y una vez abierta la botella, deberá permanecer en la enfriadera para que mantenga su temperatura.

Además de poder fungir de excelente forma como aperitivo, he aquí algunos ejemplos de platillos que se pueden maridar con vino espumoso, especialmente con Mionetto Prosecco.

Salmón en salsa de limón.

Pavo al vino blanco.

Mole negro.

Pizza Margheritta.

Langosta a la mantequilla.

Helado de turrón.

Sabayón con frutas rojas.

Pay de limón.

El mundo de la gastronomía es vasto y encierra un sinfín de matices, de sabores, de aromas y de gustos. Tantos, que es difícil definir con exactitud qué es un buen maridaje. Mionetto va muy bien también con la comida mexicana, no tengas miedo de proponerlo en tus comidas o cenas ya que el sabor afrutado característico del Prosecco va bien con los sabores especiados y picantes de nuestra gastronomía.

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